sábado, 18 de septiembre de 2010

El deporte que involucra: Fútbol Callejero. Por Matías Prevosti y Carmela Cabezudo

Fútbol Callejero, un partido en el que jugamos todos

Los mejores goles son: el compañerismo, la tolerancia y el respeto. Esta actividad hoy se transformó en una red mundial que compite a nivel internacional.

Ya son ocho, cuatro en cada equipo. Están en la mitad de la cancha sentados en ronda, mirándose a la cara y sin darse la espalda. Son las reglas básicas: la unidad y el compañerismo.
Agustín (9), el arquero de uno de los equipos le propone a la mediadora:”Seño”. Sin dejar que termine la frase, ella lo interrumpe y le contesta: “A mi no Agus, a tus compañeros”.
Es el primer tiempo. Los equipos tienen que acordar las reglas, aunque no exista la figura del árbitro, es mejor que las respeten si quieren obtener buenos resultados al final del partido.
Agustín continúa entusiasmado: “Que el arquero pueda hacer goles desde media cancha.” “No” contesta el Rata (8), y agrega: “Así no podemos jugar todos”. Agustín entiende al Rata y siguen: “El gol de la mujer vale igual que el del hombre”, y miran a las chicas con cierto temor pero ellas aceptan ya que los equipos son mixtos.  
Comienza el segundo tiempo, en este se juega. Si bien los goles los festejan como en los mundiales, saben que lo más importante es jugar callado y respetar las reglas. A diferencia de los partidos convencionales, se realizan tres tiempos.                                                                                                                    
Es el último, el momento de sacar los trapitos al sol. Aquí es donde se asumen los errores, los chicos analizan el partido y se suman los puntos de cada equipo. Bastaron 20 minutos para aprender de tolerancia, respeto y compañerismo, pero lo más importante: jugaron todos, lo hicieron bien y lo disfrutaron. De esto se trata el fútbol callejero.
Todo empezó en Moreno. Doce pibes se juntaban siempre en una esquina del barrio Chaco Chico, que, al igual que otros barrios del conurbano tenía fama de inseguro, “Entrabas pero no salías”, recuerdan los vecinos. Allí se inició en el 2002 lo que hoy es la Organización Defensores del Chaco, pionera del futbol callejero. Maximiliano Pelayes, uno de los pibes de la esquina y director de la ONG, hace memoria: “Parábamos en la esquina para  hacer nada, como en cualquier otra esquina del conurbano”, y agrega: “Éramos los peligrosos del barrio supuestamente”.
Sin embargo a pesar de lo que decían, los doce tenían un objetivo en común: “Implementar el fútbol como herramienta para revindicar el barrio y su imagen”.
La historia de Defensores del Chaco comienza con el campeonato bonaerense que ganaron los doce chicos de la esquina de Moreno hace 15 años. A partir de allí volvieron al barrio como verdaderos héroes y fueron reconocidos por todos los vecinos como ejemplo para los jóvenes. “Dejamos de ser los peligrosos, los problemáticos, los excluidos,  para ser referentes de muchos chicos de la zona, y nos sentimos realmente protagonistas de algo. Por primera vez fuimos tomados en cuenta por lo que nos gustaba hacer y no por ser los vagos que paraban en la esquina.” Recuerda Maximiliano.
El mismo día que salieron campeones volvieron y colocaron un cartel en lo que era el basural del barrio que decía “Próximamente Polideportivo Defensores del Chaco”. Tardaron más de tres años en limpiarlo, pero después de mucho esfuerzo, lo consiguieron. Compraron los terrenos del basural, esa fue la primera adquisición del club. Si bien les costó mucho trabajo hoy en día la ONG cuenta con un polideportivo en el cual no sólo se juega la liga de fútbol callejero, sino que también hay un centro cultural con talleres de murga, folklore, pintura, circo, teatro, entre otras actividades para chicos y grandes además de un jardín de infantes llamado “Un mundo en mi lugar”, con una cuota accesible y necesaria, ya que no cuentan con ningún subsidio ni apoyo estatal.
Sin duda alguna, Defensores del Chaco le cambió la esencia al barrio. Así lo cuenta Maximiliano que vivió toda su vida allí: “Nosotros buscamos lo mejor para nuestros chicos. Trabajamos para recuperar la dignidad y lo logramos.” Caminando entre las callecitas pintadas de colores comenta entre risas y recuerdos: “Hoy es un barrio muy alegre”.


El sueño en Sudáfrica

La iniciativa de Defensores del Chaco en el area de Fútbol Callejero, hoy se transformó en una organización mundial llamada Street Football World que funciona en mas de 30 países. Durante el mes de junio, en paralelo al mundial Sudáfrica 2010, se realizó el torneo mundial de fútbol callejero bajo el nombre “Football For Hope”. El evento también se realizó en Sudáfrica con el apoyo de la FIFA y participaron 32 seleccionados, entre ellos el argentino.  El Festival se llevó a cabo en un estadio especialmente construido, en el municipio de Alexandra en el corazón de Johannesburgo.
Sabrina Ibáñez participa en la liga de Defensores del Chaco y vivió el sueño de Sudáfrica: “Yo no caía, cuando me dijeron que querían que participe no entendía nada, estaba todo bien, pero, ¿como hago para ir hasta Sudáfrica? Gracias al esfuerzo de todos se pudo y fue algo increíble. Yo nunca había salido del país fue una experiencia única como siempre aprendimos sobre el respeto y los valores aún de otras culturas.” Además de Sabrina, Diego Monte, también miembro de Defensores del Chaco, viajó como Director Técnico de la selección. “Fue una experiencia grandiosa representar a Argentina en una selección de fútbol y mas de manera social que involucra mucho más a los chicos.” y agrega: “Muchas organizaciones ayudaron en los gastos en especial Defensores ayudó mucho, viajaron 12 personas entre ellos los ocho jugadores de distintas organizaciones.”